Nos encontraremos en la Piazza Farnese y, tomando una de las encantadoras callejuelas, llegaremos a una panadería, donde empezaremos con un imprescindible: una porción de pizza caliente recién horneada.
A continuación visitaremos una tienda de comestibles que te impresionará por su selección de quesos y jamones de distintas partes de Italia: todos ellos productos DOP (de origen protegido y certificado).
Cuando estés en Roma, haz como los romanos… así que es hora del aperitivo, un momento tradicional antes de la cena…
Brinda con una copa de prosecco y unos aperitivos en el acogedor ambiente de un bar local.
Entonces estarás preparado para entrar en un restaurante auténtico para una degustación de comida y vino…
Probarás una copa de vino blanco y otra de vino tinto y aprenderás a maridarlas con la comida, concretamente con 2 tipos de pasta casera y algunas verduras de temporada, y, para terminar, probarás un vino de postre o un digestivo, pero deja sitio para un helado artesanal que degustarás en una heladería típica.
EXCURSIÓN DE DÍA COMPLETO
Esplora los Castelli Romani, tan cerca de Roma pero lejos del bullicio de la capital.
Sumérgete en la relajante atmósfera de la pintoresca campiña, entre los viñedos locales.
Aprende sobre la región, las uvas autóctonas, la mágica interacción entre el suelo, los vientos y las plantas, y encuentra estos elementos en la copa.
¡El vino es pura magia!
Disfruta de un paseo por los viñedos seguido de una cata de vinos guiada por un sumiller profesional.
Descubre antiguas tradiciones vinícolas que se remontan a la época romana.
También tendrás la oportunidad de probar aceite de oliva virgen extra puro sobre pan casero fresco.
A continuación, te trasladarás a una pintoresca ciudad junto al lago: Castel Gandolfo, la residencia de verano del Papa.
Aquí encontrarás un encantador restaurante con vistas a un lago, una masa de agua situada en el cráter de un volcán extinguido.
Fundado en 1882, el restaurante cuenta con una bodega subterránea excavada en la roca volcánica, que alberga una extraordinaria colección de más de 35.000 botellas de vino entre las que podrás elegir tu favorita para disfrutarla durante el almuerzo.
Saborearás deliciosos platos elaborados con ingredientes frescos y de alta calidad con vistas al lago azul verdoso.
Esta experiencia única te ofrecerá la combinación perfecta de sabores e impresionantes paisajes.
VISITA AL MARAVILLOSO MUSEO DE VILLA GIULIA
Descubre las maravillosas obras maestras del Museo Nacional Etrusco, dedicado a la civilización etrusca, alojado en la joya renacentista de Villa Giulia, en Roma.
Se fundó en 1889 con el objetivo de reunir todas las antigüedades prerromanas del Lacio, el sur de Etruria y Umbría pertenecientes a las civilizaciones etrusca y falisca.
El tesoro más famoso del museo es el monumento funerario de terracota, el Sarcófago de los Esposos, de tamaño casi natural.
NECRÓPOLIS ETRUSCA DE BANDITACCIA
(La monumental Necrópolis de Banditaccia, Patrimonio Mundial de la Unesco, está situada en una meseta de toba de unos 10 km de longitud.
La característica distintiva de esta necrópolis, un increíble tesoro de conocimientos, es que el diseño seguido por los etruscos en su construcción pretendía claramente recrear la estructura “urbana” de la ciudad de los vivos: de hecho, las tumbas están dispuestas a lo largo de una vía principal, la “via degli inferi”, y siguen un patrón de tablero de ajedrez, con vías más pequeñas que se cruzan entre sí, trazando una retícula urbana completa.
Los sepulcros están dispuestos a los lados de la calzada y en su mayor parte son túmulos con una gran base circular excavada en la roca tobácea o construidos ex profeso, que contienen un gran montículo de tierra dentro del cual se reproduce fielmente la estructura arquitectónica de una casa, una increíble sucesión de estancias domésticas, intersecciones, decoraciones y portales incluidos en un contexto urbano cuya vivacidad se percibe paradójicamente.
La Necrópolis comprende cuatrocientos enterramientos y abarca un periodo histórico que va del siglo VIII al II a.C. Entre las tumbas más importantes descubiertas se encuentran la Tumba de los Relieves, la Tumba de los Escudos y las Sillas, la Tumba de las Cinco Sillas y la Tumba de la Alcoba.
El Sarcófago de los Esposos se encontró en una de las tumbas de la necrópolis; está datado hacia el 520 a.C. El sarcófago es una escultura de terracota, en cuya tapa se representa a una pareja de esposos recostada sobre un triclinio, el tipo de lecho utilizado durante los banquetes.
La visita termina con un recorrido por el Museo Etrusco de Cerveteri.
El recorrido por la Roma subterránea comenzará con la Basílica de San Clemente, construida en el siglo XII.
San Clemente no sólo es una iglesia fascinante de visitar por su decoración y sus restos paleocristianos, sino también por sus niveles subterráneos que datan del siglo I d.C., cuando tuvo lugar el famoso incendio ordenado por el emperador Nerón en Roma.
Esta maravillosa iglesia de Roma se encuentra al pie de la ladera norte de la Colina Celiana, a poca distancia del Coliseo y del Parque Oppio.
Una vez que llegues al nivel inferior, podrás ver una casa romana de la época imperial separada de la ceca de la antigua Roma construida por el último de la familia Flavia, Domiciano.
A principios del siglo III d.C., el patio interior de la ínsula se transformó en un Mitreo, que es el único santuario pagano dedicado a Mitra, el dios del sol, aún visible en la Roma actual.
Casas romanas en las Colinas Celias.
Las familias romanas adineradas poseían hermosas domus en las zonas verdes de Roma.
Los textos mencionan algunas de ellas, y las excavaciones arqueológicas las han sacado a la luz.
Las pruebas literarias y epigráficas demuestran que las grandes domus senatoriales estaban situadas principalmente en las colinas que rodeaban el Capitolio y el Palatino.
Tras visitar San Clemente, la visita continuará por la iglesia de los Santos Juan y Pablo, romanos que habían servido a Constantino II y fueron decapitados por su sucesor anticristiano, Juliano, por negarse a servir en su corte.
La iglesia se construyó sobre sus casas.
De la palabra latina “Trans-Tiberim”, era el único distrito de la orilla derecha del río.
Fue fundado bajo Augusto como barrio para pobres y extranjeros.
Fue la primera residencia de la comunidad judía tras la destrucción del Templo de Jerusalén.
Conservó su encanto popular hasta la década de 1960 y entonces se convirtió en el barrio más pintoresco de la ciudad.
Un paseo por el Trastevere para descubrir sus callejuelas, gentes e iglesias es una visita obligada en Roma.
Los “trasteverini” (habitantes del barrio) se consideran los verdaderos romanos: en verano, el festival “Noantri” es una de las atracciones nocturnas, con música en directo y mercados.
Frente a Trastevere está la isla Tiberina, con los puentes más antiguos, el “Fabricio” y el “Cestio”.
La isla tiene forma de barco en medio del río.
Los romanos la dedicaron al Dios de la Medicina Esculapio y desde entonces ha estado vinculada al cuidado de las personas, albergando todavía un famoso hospital.
En la isla podemos visitar la Iglesia Medieval fundada en el año 1000 con las reliquias de San Bartolomé.
Roma es conocida como la ciudad de las 7 colinas.
La del Aventino es la que está vinculada a Remo, uno de los fundadores gemelos de Roma.
Inicialmente la colina estaba habitada por la plebe, que aquí se enfrentaba a los patricios.
A lo largo de los siglos se transformó en un barrio exclusivo.
Incluso hoy sigue siendo una zona residencial muy exclusiva de la ciudad.
En la Edad Media se convirtió en hogar de monjes orientales, y aquí podemos visitar algunas de las iglesias paleocristianas más bellas de Roma: Santa Sabina, con la puerta de madera más antigua, Sant’Anselmo, con el antiguo herbario, y San Alessio.
En la Plaza de los Caballeros de Malta también puedes ver a través del famoso “ojo de la cerradura”.
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Nos encontraremos en la Piazza Farnese y, tomando una de las encantadoras callejuelas, llegaremos a una panadería, donde empezaremos con un imprescindible: una porción de pizza caliente recién horneada.
A continuación visitaremos una tienda de comestibles que te impresionará por su selección de quesos y jamones de distintas partes de Italia: todos ellos productos DOP (de origen protegido y certificado).
Cuando estés en Roma, haz como los romanos… así que es hora del aperitivo, un momento tradicional antes de la cena…
Brinda con una copa de prosecco y unos aperitivos en el acogedor ambiente de un bar local.
Entonces estarás preparado para entrar en un restaurante auténtico para una degustación de comida y vino…
Probarás una copa de vino blanco y otra de vino tinto y aprenderás a maridarlas con la comida, concretamente con 2 tipos de pasta casera y algunas verduras de temporada, y, para terminar, probarás un vino de postre o un digestivo, pero deja sitio para un helado artesanal que degustarás en una heladería típica.
EXCURSIÓN DE DÍA COMPLETO
Esplora los Castelli Romani, tan cerca de Roma pero lejos del bullicio de la capital.
Sumérgete en la relajante atmósfera de la pintoresca campiña, entre los viñedos locales.
Aprende sobre la región, las uvas autóctonas, la mágica interacción entre el suelo, los vientos y las plantas, y encuentra estos elementos en la copa.
¡El vino es pura magia!
Disfruta de un paseo por los viñedos seguido de una cata de vinos guiada por un sumiller profesional.
Descubre antiguas tradiciones vinícolas que se remontan a la época romana.
También tendrás la oportunidad de probar aceite de oliva virgen extra puro sobre pan casero fresco.
A continuación, te trasladarás a una pintoresca ciudad junto al lago: Castel Gandolfo, la residencia de verano del Papa.
Aquí encontrarás un encantador restaurante con vistas a un lago, una masa de agua situada en el cráter de un volcán extinguido.
Fundado en 1882, el restaurante cuenta con una bodega subterránea excavada en la roca volcánica, que alberga una extraordinaria colección de más de 35.000 botellas de vino entre las que podrás elegir tu favorita para disfrutarla durante el almuerzo.
Saborearás deliciosos platos elaborados con ingredientes frescos y de alta calidad con vistas al lago azul verdoso.
Esta experiencia única te ofrecerá la combinación perfecta de sabores e impresionantes paisajes.
VISITA AL MARAVILLOSO MUSEO DE VILLA GIULIA
Descubre las maravillosas obras maestras del Museo Nacional Etrusco, dedicado a la civilización etrusca, alojado en la joya renacentista de Villa Giulia, en Roma.
Se fundó en 1889 con el objetivo de reunir todas las antigüedades prerromanas del Lacio, el sur de Etruria y Umbría pertenecientes a las civilizaciones etrusca y falisca.
El tesoro más famoso del museo es el monumento funerario de terracota, el Sarcófago de los Esposos, de tamaño casi natural.
NECRÓPOLIS ETRUSCA DE BANDITACCIA
(La monumental Necrópolis de Banditaccia, Patrimonio Mundial de la Unesco, está situada en una meseta de toba de unos 10 km de longitud.
La característica distintiva de esta necrópolis, un increíble tesoro de conocimientos, es que el diseño seguido por los etruscos en su construcción pretendía claramente recrear la estructura “urbana” de la ciudad de los vivos: de hecho, las tumbas están dispuestas a lo largo de una vía principal, la “via degli inferi”, y siguen un patrón de tablero de ajedrez, con vías más pequeñas que se cruzan entre sí, trazando una retícula urbana completa.
Los sepulcros están dispuestos a los lados de la calzada y en su mayor parte son túmulos con una gran base circular excavada en la roca tobácea o construidos ex profeso, que contienen un gran montículo de tierra dentro del cual se reproduce fielmente la estructura arquitectónica de una casa, una increíble sucesión de estancias domésticas, intersecciones, decoraciones y portales incluidos en un contexto urbano cuya vivacidad se percibe paradójicamente.
La Necrópolis comprende cuatrocientos enterramientos y abarca un periodo histórico que va del siglo VIII al II a.C. Entre las tumbas más importantes descubiertas se encuentran la Tumba de los Relieves, la Tumba de los Escudos y las Sillas, la Tumba de las Cinco Sillas y la Tumba de la Alcoba.
El Sarcófago de los Esposos se encontró en una de las tumbas de la necrópolis; está datado hacia el 520 a.C. El sarcófago es una escultura de terracota, en cuya tapa se representa a una pareja de esposos recostada sobre un triclinio, el tipo de lecho utilizado durante los banquetes.
La visita termina con un recorrido por el Museo Etrusco de Cerveteri.
El recorrido por la Roma subterránea comenzará con la Basílica de San Clemente, construida en el siglo XII.
San Clemente no sólo es una iglesia fascinante de visitar por su decoración y sus restos paleocristianos, sino también por sus niveles subterráneos que datan del siglo I d.C., cuando tuvo lugar el famoso incendio ordenado por el emperador Nerón en Roma.
Esta maravillosa iglesia de Roma se encuentra al pie de la ladera norte de la Colina Celiana, a poca distancia del Coliseo y del Parque Oppio.
Una vez que llegues al nivel inferior, podrás ver una casa romana de la época imperial separada de la ceca de la antigua Roma construida por el último de la familia Flavia, Domiciano.
A principios del siglo III d.C., el patio interior de la ínsula se transformó en un Mitreo, que es el único santuario pagano dedicado a Mitra, el dios del sol, aún visible en la Roma actual.
Casas romanas en las Colinas Celias.
Las familias romanas ricas poseían hermosas domus en las zonas verdes de Roma.
Los textos mencionan algunas de ellas, y las excavaciones arqueológicas las han sacado a la luz.
Las pruebas literarias y epigráficas demuestran que las grandes domus senatoriales estaban situadas principalmente en las colinas que rodeaban el Capitolio y el Palatino.
Tras visitar San Clemente, la visita continuará por la iglesia de los Santos Juan y Pablo, romanos que habían servido a Constantino II y fueron decapitados por su sucesor anticristiano, Juliano, por negarse a servir en su corte.
La iglesia se construyó sobre sus casas.
De la palabra latina “Trans-Tiberim”, era el único distrito de la orilla derecha del río.
Fue fundado bajo Augusto como barrio para pobres y extranjeros.
Fue la primera residencia de la comunidad judía tras la destrucción del Templo de Jerusalén.
Conservó su encanto popular hasta la década de 1960 y entonces se convirtió en el barrio más pintoresco de la ciudad.
Un paseo por el Trastevere para descubrir sus callejuelas, gentes e iglesias es una visita obligada en Roma.
Los “trasteverini” (habitantes del barrio) se consideran los verdaderos romanos: en verano, el festival “Noantri” es una de las atracciones nocturnas, con música en directo y mercados.
Frente a Trastevere está la isla Tiberina, con sus puentes más antiguos, el “Fabricio” y el “Cestio”.
La isla tiene forma de barco en medio del río.
Los romanos la dedicaron al Dios de la Medicina Esculapio y desde entonces ha estado vinculada al cuidado de las personas, albergando todavía un famoso hospital.
En la isla podemos visitar la Iglesia Medieval fundada en el año 1000 con las reliquias de San Bartolomé.
Roma es conocida como la ciudad de las 7 colinas.
La del Aventino es la que está vinculada a Remo, uno de los fundadores gemelos de Roma.
Inicialmente la colina estaba habitada por la plebe, que aquí se enfrentaba a los patricios.
A lo largo de los siglos se transformó en un barrio exclusivo.
Incluso hoy sigue siendo una zona residencial muy exclusiva de la ciudad.
En la Edad Media se convirtió en hogar de monjes orientales, y aquí podemos visitar algunas de las iglesias paleocristianas más bellas de Roma: Santa Sabina, con la puerta de madera más antigua, Sant’Anselmo, con el antiguo herbario, y San Alessio.
En la Plaza de los Caballeros de Malta también puedes ver a través del famoso “ojo de la cerradura”.
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